La queja parece haber invadido el mundo, especialmente en el ámbito empresarial. Pero ¿qué es quejarse?
Quejarse es hacer una demanda, pero hacerla desde la negatividad, desde el «quiero eso y necesito que tú me lo des», pero a cambio… ¿A cambio de qué?
Si no damos nada a cambio, lo que vamos a ocasionar es que a quien nos quejamos se sienta invadido, agredido o violentado. Y desde ahí, creo que poco vamos a conseguir. Así que si quejarse es pedir, es una demanda, ¿por qué no hacerlo pero prescindiendo de la queja? Y dando, además algo a cambio. Por ejemplo:
- «Necesito que valores mi trabajo y, a cambio, yo valoraré el tuyo.»
Un pequeño truco para conseguir todos nuestros propósitos.